Las cápsulas duras son un tipo de forma farmacéutica utilizada para encapsular y administrar medicamentos o suplementos. Constan de dos partes principales, un cuerpo y una tapa, que encajan entre sí para formar una cubierta que puede llenarse con formulaciones sólidas, líquidas o en polvo. El cuerpo y la tapa suelen estar hechos de una combinación de gelatina, una proteína soluble en agua y agua. Sin embargo, también hay opciones vegetarianas disponibles que están hechas de materiales de origen vegetal como la hipromelosa.
Las cápsulas duras son diferentes de las cápsulas blandas, que normalmente están hechas de gelatina u otro polímero flexible y contienen un material de relleno líquido o semisólido. Las cápsulas duras son generalmente más adecuadas para formulaciones secas o en polvo, mientras que las cápsulas blandas son mejores para líquidos o sustancias oleosas.
Las cápsulas duras están disponibles en una variedad de tamaños, que generalmente van desde 000 a 5, siendo 000 el más grande y 5 el más pequeño. Se usan comúnmente para encapsular medicamentos, vitaminas y suplementos, y se usan ampliamente en las industrias farmacéutica y nutracéutica. Las cápsulas duras se pueden personalizar con diferentes colores o estampados para ayudar a identificar y distinguir entre diferentes productos, pero esto no afecta su seguridad o eficacia. Las cápsulas duras deben almacenarse en un lugar fresco y seco para garantizar su estabilidad y vida útil.
Cápsulas huecas de HPMC con recubrimiento entérico